lunes, 19 de octubre de 2009

Morfología de los volcanes


La forma de los aparatos volcánicos depende de la naturaleza de la lava y de los componentes gaseosos, vamos a ver diferentes tipos.

En el vulcanismo puntual, si la lava es muy viscosa (ácida) el cráter queda taponado, con la lava solidificada formando un saliente con aspecto de aguja o pitón. Es característico del vulcanismo peleano. Si la lava es intermedia, alternando las erupciones de lava con la expulsión de materiales piroclásticos, se forman los estratovolcanes. Los conos volcánicos presentan una pendiente acusada, por acumulación de coladas sucesivas, con alternancia de lavas y rocas piroclásticas. Son ejemplos: el Teide, el Vesubio, el Fuji y el Paracutín.

Si la lava es fluida, se forman amplios volcanes en escudo, con conos de pequeña pendiente y base muy ancha, como es el caso del Mauna-Loa en Hawai.

Como contraste a estos aparatos volcánicos, se encuentran las calderas, término tomado de la Caldera de Taburiente, isla de La Palma (islas Canarias). Son depresiones estructurales cuyo origen puede ser por erosión, hundimiento o explosión.

Fumarolas

Son emisiones gaseosas de las lavas en los cráteres a temperaturas más o menos elevadas. Su composición varía según la temperatura de las lavas, de tal manera que va cambiando desde que las fumarolas aparecen hasta su extinción. Se distinguen los siguientes grupos:

a) Fumarolas secas: Son las que se desprenden de la lava en fusión, en las proximidades del cráter. Su temperatura es superior a 500oC. Están compuestas principalmente por cloruros de sodio, potasio y anhidrido sulfuroso y carbónico.

b) Fumarolas ácidas: con temperaturas comprendidas entre 300oC y 400oC, están constituidas por gran cantidad de vapor de agua, con ácido clorhídrico y anhídrido sulfuroso.

c) Fumarolas alcalinas: Temperatura próxima a los 100oC, contienen vapor de agua con ácido sulfhídrico y cloruro amónico.

Solfataras

De temperatura inferior a 100oC, consisten en emisiones de vapor de agua y ácido sulfhídrico. La solfatara de Pozzuoli, en las cercanías del Vesubio, produce azufre nativo explotable industrialmente.

Mofetas

Son fumarolas frías que desprenden dióxido de carbono. Surgen por grietas del suelo en regiones volcánicas y también por los cráteres, cuando la erupción ya ha terminado. Son célebres la gruta del Perro en Nápoles y el Valle de la Muerte en Java.

Géiseres

Son otra forma de actividad volcánica atenuada, verdaderos volcanes de vapor de agua hirviendo. Están constituidos por una chimenea que abre en un cráter en forma de cubeta, situado en un pequeño cono poco elevado sobre el nivel del suelo. Son erupciones intermitentes de agua hirviendo, algunas muy ricas en sílice, que depositan en forma de «geiserita» (variedad de ópalo); otras forman concreciones calizas marmóreas e incluso verdaderas cascadas pétreas. En Islandia, el Gran Geiser; en Estados Unidos, el Parque Nacional de Yellowstone y los numerosos de Nueva Zelanda, son ejemplos típicos.

Algunas fuentes termales están relacionadas con un vulcanismo muy antiguo.

Soffioni

Consisten en desprendimientos de vapor de agua, de temperatura superior a 100oC, que tienen lugar por las grietas y hendiduras del suelo en ciertas regiones volcánicas italianas (Toscana), que al enfriarse depositan ácido bórico y boratos.

Salsas

Son pequeños conos por cuyo cráter se emiten agua salada y cieno, con gran cantidad de dióxido de carbono, que se desprende en forma de burbujas. Son frecuentes en Sicilia, Islandia, México, etc.

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